Acción en tres días

En la tele anuncian un montón de productos contra los granos, el acné, los puntos negros y todas esas historias responsables de depresiones quinceañeras. Y de todos ellos, uno de los más milagrosos es el que asegura que elimina El Grano en sólo tres días. “Acción en tres días por si estás en un aprieto”, dicen. Vamos por partes. He puesto “El Grano” en mayúsculas porque el grano que sale en estos anuncios siempre es El Grano, nunca un grano, o un granito. Nunca está en la parte alta de la frente donde el pelo lo disimule fácilmente; o al borde de la comisura de la boca, donde la rojez de la piel se medio confunda con la de los labios. No. Siempre están en el medio de la frente, como un tercer ojo, en las mejillas, a modo de coloretes 3D, o en la punta de la nariz haciendo parecer al que lo lleva Rudolf, el reno de papá Noel. Y siempre tienen un diámetro similar al de una moneda de dos euros. Los granos de los anuncios son banderas de Japón. Siempre es un único gran grano sobre una piel perfecta, jamás son varios pequeños a los que por falta de singularidad dejas de darles importancia, e igual que ves el punto rojo antes de distinguir que es una bandera, ves al grano antes de distinguir al colega que lo padece.

Y ante este indeseado oasis de pus en un desierto de arena con Ph neutro, nos ofrecen una solución para lo que ellos consideran “aprieto”: Es decir, que el problema haya surgido a tres días de la fiesta de fin de curso o algo parecido. Obviamente, a todo el mundo le jode que le salga un grano. Y sin entrar a considerar en lo apropiado que pueda resultar venderle a los adolescentes la idea de que un grano es un problema, lo que está claro es que si relacionan las palabras “grano” y “aprieto”, lo más probable es que dejen el espejo hecho una guarrada y su madre les riña porque les van a quedar marcas.  Pero lo que más gracia me hace es que para que el producto sea eficaz, tienes que tener la suerte de que tu inquilino cutáneo se presente exactamente tres días antes de la gran velada. Que te dan ganas de hartarte a chorizo cuatro días antes para obligarlo a salir y eliminarlo a tiempo, porque si el amiguito aparece con sólo dos días de antelación no hay remedio posible, te tocará curarte la vergüenza de lucir erupción a copazos, pero tranquilo, porque aunque no ligarás, al día siguiente pasarás la resaca con el mejor cutis de tu vida.