Han publicado una biografía de uno de los hermanos de Franco, se llamaba Ramón y era republicano, y aunque el libro no dice nada sobre si entre ellos se llamaban Moncho y Paco, si comenta algo más interesante o curioso al menos, y es que el Caudillo era monorquideo, que es una palabra que significa que sólo tienes un huevo, pero que no sale en el diccionario. Normal, bastante tiene que joderte que te falte un huevo, como para encima buscarlo en el diccionario. Y puestos en lo malo de esta situación, pero siendo positivos, lo que está claro es que si sólo tienes un huevo es mejor que lo tengas pequeñito, porque si lo tienes muy grande a la larga seguro que te fastidia la espalda de llevar el peso mal repartido. Aunque por otra parte, si Franco sólo tenía un huevo, yo me pregunto, ¿es porque no hay huevos para todos? ¿O porque los hay, pero cada uno coge los que puede, y si Franco tenía uno es porque había por ahí un tío que tenía tres? En fin, aún así lo peor de todo es que además se da la coincidencia de que Hitler también tenía sólo un huevo, así que si conocéis a un militar al que le falte un huevo, matadlo antes de que lo pague con los judíos o los rojos.
Por otra parte, que Franco sólo tuviera un huevo explica muchas cosas, como por ejemplo, que no haya ninguna foto suya en tanga. O que sus esculturas siempre fueran sobre un caballo, aunque no pareciera precisamente El Cid, mejor tallarlo a lomos de un jamelgo, que desnudo y tapándose con una hoja de parra. Y por supuesto, explica también que fuera un gran militar. Normal, tienes la mitad de posibilidades que el resto de tus compañeros que te metan un tiro en las pelotas. Aunque curiosamente dicen que igual fue allí donde lo perdió. Que digo yo, si le volaron un huevo de un disparo, tenía que estar “palote” cuando le dispararon porque si no, ya me diréis cómo hizo para salvar la chorra: ¿Vio venir la bala y se la apartó en plan Matrix? Que si fue así y existe el cielo de los huevos, yo me imagino al huevo de Franco hablando con los otros huevos en plan: “¿Tú por qué estás aquí? Nah, un balonazo jugando al fútbol. ¿Y tú? Yo, al pisar el rastrillo, me di con el mango, fue una pena, me faltaban sólo dos días para retirarme… ¿Y tú? Y el huevo de Franco todo orgulloso: Pues yo le salvé la chorra a Franco en la guerra. Si no fuera por mí, Franco sería como Ken el de la Barbie pero con bigote.”
Dicho todo esto, no se puede negar que la noticia llama la atención de cualquiera. A mí me ha impactado tanto que propongo que cuando la gente visite El Valle de los Caídos deje un huevo sobre la tumba del Generalísimo como muestra de solidaridad con el monorquídeo jefe de estado. Eso sí, lo que ya no entiendo es porque nos enteramos de semejante dato en 2009, casi 34 años después de su muerte, ¿por qué? ¿que dejó Franco escrito en el testamento: “Podéis contar lo de mi huevo si el Barça gana el triplete, que eso significa que yo ya no mando nada”?

*Ilustración del artículo para La Voz de Galicia por Kiko Da Silva (ninguna de las dos cosas llegó a publicarse…)
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