Posts Tagged 'Rober Bodegas'
Actuaciones de 2010
Published 19 enero 2010 Uncategorized 5 CommentsEtiquetas: actuaciones, Rober Bodegas, y un condón por si pillo
Baldaio* – Dakar
Published 18 agosto 2009 Uncategorized 24 CommentsEtiquetas: Baldaio, Carballo, Razo, Rober Bodegas, vacaciones, verano
Me piden desde un periódico que les envíe una foto de cuando era peque y que sea del verano, para adjuntar un texto escrito por mí contando mis vacaciones. Es para un reportaje en el que varios ¿personajes públicos/populares/mediáticos? hacen el mismo ejercicio. Estoy en Madrid, llamo a mi madre para que busque alguna, le cuento de que va eso del scanner y al rato recibo este documento, uno quería contar sus jornadas estivales de una manera divertida, pero le acaba entrando la nostalgia…
Crecí en Carballo y mis padres eran (y son) autónomos, así que en toda su vida sus vacaciones no han durado más de lo que dura un fin de semana, y a veces, no siempre, algún puente de cuatro días.
Yo por mi parte me harté pronto de tener que sorportar esta privación del recreo estival. Entiendía su situación laboral, pero no era problema mío. Así que no tardé más de dos agostos en ponerle remedio al asunto. Con las pelas que había sacado de mi bautizo y el amor en forma de calderillas que me demostraban mis tíos lejanos cuando venían de visita, me compré mi primer coche. Era un “sin carné” de la marca Moltó, con chasis de acero y carrocería tipo kart descapotable, de propulsión híbrida: a pedales y empujando con los pies. Con esa máquina recorrí el mundo sin equipaje. En esa foto, la verdad, no recuerdo donde estoy… ¡Fueron tantos los lugares! Pero a la vista del carácter selvático de la flora predominante y la presencia de bidones de fuel, es de suponer que sería algún país petrolífero de América del Sur, puede que Brasil, tal vez Ecuador, no lo sé. Ahora que lo pienso, puede que fuese la terraza de mi abuela, donde plantaba cuanta semilla caía en sus manos. Y si mi abuela no era exquisita para las flores, menos lo era para los tiestos, porque el bidón se aprecia claramente, pero si os fijáis, la otra maceta que se ve, es el tambor de una lavadora, que yo creo que cuando se compraba una lavadora, o cualquier aparato, más que preocuparse de que hiciera ruido o no al centrifugar, se preocupaba de sus posibilidades en su segunda vida como maceta. Y lo mismo plantaba flores en una secadora que en una nevera acostada. Pero esa no es la cuestión, la cuestión es que yo en mi bólido recorría terrazas, parques, la bodega de mi abuelo y los fines de semana lo cargaba en el Renault 6 de mi padre, que para mí era como el tráiler de Kitt, y recorría la costa atlántica (principalmente por la zona de Baldaio) levantando en cada curva arena de playa con Bandera Azul.
Y es que es lo bueno de ser un enano, que por mucho que tus padres lamenten no poder llevarte al Aquapark de Torremolinos, o a Disneyland Resort París en el caso de los papás de hoy, lo que no saben es que tú ya te has recorrido Estados Unidos de este a oeste en tu coche a pedales y has surcado los océanos a bordo del barco pirata de Playmobìl. Dejarme jugar todo el día fueron las mejores vacaciones que me dieron mis padres.
*Baldaio es una de las playas de Carballo, mi localidad natal y mi preferida de todas en las que he estado. Podéis saber más sobre ella clickando en el enlace anterior o aquí. Yo os adelanto que tiene más de 4km de largo, posee una marisma y una laguna que son reserva de la biosfera, bandera azul, varios campings y campamentos de surf. Sin duda merece la pena.
Fai un sol de carallo
Published 6 agosto 2009 Uncategorized 10 CommentsEtiquetas: Apóstol, horas de sol, lluvia, pregón, Rober Bodegas, Santiago de Compostela
Este año tuve el honor de ser el pregonero de las fiestas del Apóstol de Santiago. Ser pregonero es un honor, pero no hay rosa sin espinas y escribir un pregón es un marrón. A la hora de documentarme, después de consultar distintas bibliotecas y archivos, decidí fiarlo todo a Wikipedia, que no será lo más fiable pero se puede “copiar y pegar”. Y me encontré con un dato que si a mí me dejó flipado, a las diez mil personas que me escuchaban desde la plaza del Obradoiro les pareció que les estaba tomando el pelo. Pero no. La cosa es que, según la Wikipedia Santiago fuen en el año 2007 la quinta ciudad más soleada de España. Sí, sí, leéis bien, Santiago. Con dos huevos. Que cuando alguien de fuera nos dice que en Galicia siempre llueve, decimos: “Eso es mentira, donde siempre llueve es en Santiago…” Es más, ya no es que lo digamos nosotros. Lo dice la historia, veinte siglos de historia lo corroboran, ¿cómo llegaban los peregrinos a Santiago? ¿Con bermudas y una visera? No. Con una capa y un gorro. O sea que o los peregrinos eran tontos y les gustaba pasar calor, o venían con ese atuendo porque llovía. Es más, ¿qué traían en el bastón? La concha de una vieira. Fijaos si llueve en Galicia que crecen vieiras en las cunetas de tanta humedad que hay. Y no me digáis que exagero, que de Roncesvalles a Santiago no ves el mar ni aunque se derritan los polos, así que ya me diréis de donde sacaban las vieiras, si no. Porque tampoco creo que cargaran con ellas para llevarlas de cenicero, que hace veinte siglos, ni te multaban por tirar las colillas, ni te quitaba cuatro puntos tráfico.
Pero a lo que iba, el caso es que hace dos años, Santiago fue la quinta cuidad española con más horas de sol, ni más ni menos que 1.958 horazas de Lorenzo calentando. Y yo veo esto y lo primero que pienso es, ¿quién cuenta todas las horas de sol de cada ciudad de España? Porque tiene que ser un trabajo duro de narices. De entrada, no libras ningún día, que dentro de lo malo, si estuvieses en el Polo Norte, trabajabas seis meses y descansabas otros seis. Pero eso, que no puede ser un trabajo fácil, tienes que trabajar literalmente de sol a sol y eso es complicado, para empezar, ¿para que hora pones el despertador? Cada día a la suya, al final lo más práctico es tener un gallo en la mesilla de noche y que te despierte cuando salga el sol. Eso en un lado de la cama, y en el otro una lechuza, y cuando empiece a cantar te duermes. Y en invierno aún es de noche casi todo el día, pero en verano, como venga un día bueno, no hay quien te salve de currar dieciséis horazas. Además, ¿cómo es el proceso de contar horas de sol? ¿Se cuentan los minutos de sol y luego se suman, o tienen que ser horas exactas? Porque si se nubla a menos cinco te tiene que entrar un cabreo de flipar. Y otra cosa, cuando dicen horas de sol en Santiago, ¿llega con que caliente el sol en el centro o si hace sol en Santiago pero nublado en Conxo* o en San Lázaro* ya no vale?
En fin, ya sé que habrá quien esté pensando que estoy perdiendo el tiempo con todas estas dudas porque la Wikipedia no siempre es fiable, pero ahí viene lo peor, y es que el dato, estaba sacado del INE, ¡del Instituto Nacional de Estadística! Y esa es la clave de todo el misterio, que si los datos son del INE, el encargado de contar las horas de sol debe de ser un funcionario, con lo cual, lo más probable es que se fuese a tomar el café y apuntase las mismas que su compañero de detrás: “Sevilla”.
*Área metropolitana de Santiago
Os Resentidos – Galicia Caníbal (Fai un sol de carallo)
*Aclaración:
El pregón de las fiestas del Apóstol tuvo lugar el 17-07-2009 y lo escribí la semana anterior. No sé si por simple coincidencia, o a raíz de mi comentario sobre las horas de sol de Santiago realizado durante la lectura del mismo y que después destacaron las crónicas de los periódicos, pero el caso es que el lunes siguiente, el artículo sobre Santiago de Compostela de la Wikipedia apareció modíficado, como muestra su historial: 15:53 20 jul 2009193.144.84.68 (discusión) (32.069 bytes) (El dato de horas de sol estaba invertido.)
¡¡¡Cambio de fecha!!!
Published 16 julio 2009 Uncategorized 1 CommentEtiquetas: actuación, Estrella Galicia, MAPIE, monólogo, Rober Bodegas
La actuación de este viernes en Vigo ha sido aplazada, posiblemente la nueva fecha sea el sábado 29 de agosto. Lo confirmaré más adelante. Perdonad las molestias.
Gira 2009 con Estrella Galicia
Published 1 julio 2009 Uncategorized 1 CommentEtiquetas: actuación, Estrella Galicia, MAPIE, monólogo, Rober Bodegas
El pasado fin de semana empezó mi segunda gira de verano con Estrella Galicia en Vigo y Ourense, podéis ver todas las fechas en el apartado de «Próximas actuaciones», y en la página de MAPIE.
Mi lado bueno
Published 18 junio 2009 Uncategorized 10 CommentsEtiquetas: anuncio, cerveza, Chapman, Estrella Galicia, Estrella Galicia Light, MAPIE, Pilar Rubio, Rober Bodegas, Sé lo que hicisteis..., spot
Algunos ya sabéis que desde hace más de un año, no sé muy bien por qué, en Estrella Galicia decidieron que yo era la persona ideal para ser su imagen. Es obvio que reuno el requisito de tener panza cervecera, es más, mi propia figura recuerda a un barril de cerveza, pero aún así, seguro que había otro más guapete al que también le pegara hartarse a birra. Y después de un año adornando los autobuses, marquesinas y vallas de carretera de toda Galicia, he de anunciar que este año voy a lucir palmito mejor acompañado. Y al menos para los tíos, ver mi jeto en todas partes, tendrá una parte positiva. Porque el pasado domingo se estrenó la campaña de la nueva cerveza de la marca: Estrella Galicia Light y como la palabra ‘light’ no pegaba mucho con mi perfil, decidieron buscarme una pareja que diera algo más el pego, así que aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid o lo que es lo mismo, que yo salgo en «Sé lo que hicisteis…» pues han llamado a mi compi Pilar Rubio. Este el resultado, espero que os guste:
Además del spot se han grabado dos finales más que no os puedo mostrar aquí porque aún no están subidos al YouTube, están inspirados en la escena del espejo roto de la peli «Sopa de Ganso» de los hermanos Marx, salvando obviamente las distancias que hay entre mí y Groucho, que son mayores que la distancia que hay entre nuestros hogares de nacimiento.
Nada más, os dejo la foto de mi lado bueno…
Los niños del mañana… ¡Vaya hijos de puta!
Published 19 marzo 2009 Uncategorized 50 CommentsEtiquetas: blog, Los niños del mañana, Love of Lesbian, pedante, Rober Bodegas
No suelo responder a ningún comentario de los que dejáis los que pasáis por aquí y os animáis a escribir algo, pero lo que siempre he hecho ha sido leerlos absolutamente todos y a muchos que necesitabais alguna información concreta os he respondido vía mail. El fin de todo esto es conocer vuestras opiniones sobre lo que escribo y nunca he borrado ningún comentario, de la misma manera que dejo esos en los que dicen cosas del tipo: «Rober eres el puto amo», también mantengo los que dicen: «Que asco das, no tienes ni puta gracia» a pesar de considerar unos y otros una exageración. Aunque la página sea mía, la considero un espacio de libre expresión para todo el mundo y no sólo para los que me caen bien. Dicho esto, os agradezco muchísimo a todos que os paséis por aquí de vez en cuando, haciendo o sin hacer ruido, que perdáis vuestro tiempo conmigo, sin vosotros esto no tendría sentido y bla bla bla… ñoñerías varias, pero ciertas. Y vamos al grano, el caso es que tras publicar el post anterior sobre las galletas Príncipe, me he encontrado con este comentario, firmado por un tal «Seguriteca»:
<<De verdad era necesario hablar tanto de un tema tan banal??? existen tantos temas en los que uno puede usar su criterio y se pierde en esto??? disculpame, no es mi intenciòn ofender, mas no puedo quedar impavido frente a blogs de este tipo, ojala los valores de nuestra generaciòn lograran ser mas profundos.>>
Me ha impresionado tanto su profundidad y resentimiento que me he sentido en la necesidad de contestar, así que allá vamos:
En primer lugar, vaya por delante «Seguriteca» que cada uno uso su criterio para lo que le sale de los cojones, e igual que tú lo usas para juzgar lo necesarios o innecesarios que son ciertos blogs, yo lo uso para reflexionar sobre las putas galletitas de chocolate. Espero que consigas con tu pequeña revolución que toda la blogosfera reflexione sobre hasta que punto están desfasadas las teorías de Sartre y sobre como solucionar la crisis mundial sin que intervengan los Estados Unidos. Pero también espero que si mañana uso mi criterio para pensar en durante cuantos milenios tendrá que seguir evolucionando el ser humano para que en la herencia genética no vengan incluidos los pelos del culo, puesto que hace siglos que carecen de utilidad, no vengas a darme la chapa.
En segundo lugar, si ya con leer lo que escribí decías que no te podías quedar impávido, esto sí que te va a joder, porque no sólo pierdo mi criterio pensando en como abrir un paquetito de galletas, sino que además me pagan por hacerlo, ya que precisamente este texto es uno de los que cada viernes salen publicados en La Voz de Galicia, periódico que se vende en toda España y que tiene aproximadamente 800.000 lectores diarios. Sí, mis chorradas aparecen sin ningún tipo de pudor entre la sección de bolsa y la de noticias internacionales. ¿Cómo te quedas? Ánimo, con suerte conseguirás que la Asociación de Lectores Pedantes Alarmados por el Criterio Ausente (ALPACA), te pague por combatir páginas tan perjudiciales para el mundo como la mía con sus artículos sobre galletas, si es que algún día la crean… Por cierto, ¿has leido el de las Oreo? Es todavía mejor.
En tercer lugar, por lo que veo, dentro de tu tañir de campanas por la ausencia de valores de toda una generación, no echas en falta el valor de la ortografía. Y me da cierta penilla, sería muy frustrante para ti conseguir desarrollar todo un tratado sobre hacia donde debemos caminar los jóvenes de hoy y que no te lo publicasen por no poner ni una tilde, o poner al revés las pocas que pones, o por no usar mayúsculas al principio de cada oración, o por no saber usar los signos de puntuación, ni los de interrogación o no saber distinguir el modo subjuntivo del indicativo al conjugar verbos (‘formarán’, no ‘formaran’) Si tu critero te lo permite te recomiendo que te leas un manual de gramática y ortografía en vez de mis mierdas de Beukelaer. Si tienes problemas al principio empieza por los cuadernillos de Rubio.
En cuarto lugar, y esto es lo que más me inquieta, ¿en serio te leíste todo el post para comprobar que solamente hablaba de cómo abrir galletas? Ni el título del post (¿Cómo se abren las galletas Príncipe?), ni la ilustración, ni el hecho de que estuvieras visitando la página de un cómico que se hizo famoso por hablar durante una hora de yogures en sus actuaciones, te hicieron pensar que la trama no iba a cambiar, que no iba a ver un giro final en el que con una metáfora de dos líneas consiguiera establecer una analogía entre el paquetito de galletas y el conflicto palestino-israelí. Te compadezco colega. Eres de los que ve un cenicero lleno de colillas y te preguntas si habrán estado fumando.
Y en quinto lugar, que ya me estoy cansando de escribir, no generas en mi tanto interés como el precinto de un envoltorio y el modo de deshacerse de él, te dejo un regalito; una canción que refleja los valores perdidos en nuestros días. La he seleccionado empleando mi criterio musical lo mejor que he podido. Y tal vez de parezca que tengo un gusto de mierda, pero aún así y para que veas lo injustos que son los tiempos en los que te ha tocado vivir, también soy Dj y me pagan por hacer selecciones musicales para gente que malgasta su dinero en beberse hasta el agua de los charcos en lugar de ahorrarlo e irse a África a construir un pozo. Ya ves, ¡egoístas, que somos unos egoístas!
Love of Lesbian – Los niños del mañana
¡Anímate a escucharla que es bastante más cortita que lo de las galletas!
Los Goya
Published 9 febrero 2009 Uncategorized 8 CommentsEtiquetas: Goya, Oscar, Penélope Cruz, Rober Bodegas, Sé lo que hicisteis..., Teatro Kodak
El pasado domingo se celebró la ceremonia de entrega de los premios de cine más prestigiosos de nuestro país: Los Goya. Sé Sé que no es justo compararlos con los Óscar, el presupuesto de todas las películas que se producen en nuestro país al año no da ni para cambiarle las ruedas al Bat-móvil. Pero es inevitable, y no hay que fijarse mucho para darse cuenta de que no haría falta una fortuna para poner nuestra gala a la altura del evento más glamuroso del mundo. La diferencia la marcan los pequeños detalles.
De entrada, “los Óscar” es un nombre muchísimo mejor que “los Goya”. Porque Goya, era un pintor, y respeto su obra, la admiro, pero ¿por qué te regalan un busto de un pintor por hacer una buena peli? No tiene sentido. Es como si a los futbolistas por ganar la liga les regalaran una edición del Quijote en tapas duras tapizadas. Y sí, dentro de lo malo, ya sé que sería peor que en vez de regalarte una estatuilla de Goya te regalasen una de un escayolista y que los premios fueran “Los Pepe Goteras” o “los Manolo y Benito”, que, pensándolo bien, llamarlos así sería una metáfora mucho menos pretenciosa sobre como está hecho nuestro cine. Pero ya no es tan grave que la estatuilla sea un pintor o un soldador de estaño, después de todo Óscar es un tío en pelotas tapándose sus vergüenzas con una espada, que digo yo que podía llevar un cuchillito, que no creo que fuera para tanto su masculinidad… Pero ese es otro tema. El acierto está en que el espadachín nudista en cuestión se llama Óscar y no Sir Lancelot o El Zorro. Óscar es un nombre común y eso hace que cuando alguien hable de Óscar sepas inmediatamente a qué se están refiriendo. Aquí por pasarnos de pomposos cada vez que dices: “Goya”, te preguntan: “¿El pintor o los premios?” Además, puestos a darle al premio el nombre de un artista ilustre, mejor ponerle el de uno que al menos fuera del gremio. Llamarlos “Los Buñuel” si buscan un toque cultureta o “Los Paco Martínez Soria” si quieren darle un puntito más campechano, pero no bautizarlos con el nombre de un señor que murió antes de que se inventara el cinematógrafo.

"Pe", The Goya-Oscar connection
Otra cosa que resta glamour a nuestra fiesta es la alfombra. Es verde. ¡Verde! ¿Desde cuando el verde se asocia a la fiesta, al lujo o a la elegancia? ¿Alguna vez le habéis dicho a una tía: “¡Que atractiva estás, con los labios pintados de verde!”? No. La seducción se viste de rojo. Pisar a una alfombra verde lo único que provoca es que te entren ganas de jugar al fútbol, al golf o de disfrazarte de Heidi y ponerte a esquilar ovejas. Pero el desastre no acababa ahí, porque la alfombra tenía sponsor y no era precisamente de Movierecord o de palomitas de microondas. No, ¡era de güisqui! Que yo creo que quedaba más elegante que cada uno de los invitados desfilara con una botella en la mano que ver la publicidad estampada por todas partes. Pensadlo, imaginaos en vuestra boda, caminando hacia el altar, sobre una alfombra (espero que roja) llena de publicidad de preservativos, las risitas tontas serían inevitables. Si querían sacar dinero con la publicidad, en vez de hacer de la alfombra el mono de un piloto de Fórmula 1, que le hubieran cambiado el nombre al lugar de la ceremonia, el Palacio Municipal de Congresos del Campo de las Naciones, que ya no es que sea un nombre feo, es que ni siquiera cabe en las invitaciones, por “Teatro Kodak” como el de los americanos, o “Teatro Fujifilm” al menos. Así, además de hacer publicidad, hace que sea imposible que te olvides de llevar la cámara de fotos.
Al final de este vídeo, podeis verme adaptando este texto para el programa del viernes pasado, en el bar de «Sé lo que hicisteis…»
Próximas actuaciones
Published 1 octubre 2008 Uncategorized 12 CommentsEtiquetas: monólogo, próximas actuaciones, Rober Bodegas
He actualizado la página del blog de próximas actuaciones, a partir de ahora estará al día. Lo prometo. Así que ya sabéis donde buscarme…
No hace falta ir a LaSexta para llevarse mal con Telecinco
Published 29 septiembre 2008 Uncategorized 20 CommentsEtiquetas: El Rey de la Comedia, La Revolución, LaSexta, Rober Bodegas, Sé lo que hicisteis..., Sławomir Mrożek, Telecinco, Vasile
Tal vez alguno se piense que la puerte de Tele5 se me cerró el día que entré en LaSexta, pero no, yo ya llegué a LaSexta con las puertas de la cadena «amiga» cerradas a cal y canto. Qué por cierto, manda güevos que Tele5 sea la cadena amiga, el día que tengamos una cadena enemiga entran al plató y nos fusilan. Pero vamos al motivo por el que para mí esta puerta tenía el pestillo echado, para ello debemos remontarnos a finales de 2007, y más concretamente a El Rey de la Comedia, (ese programa que duró tan poco pero que a mi menos una portada en Interviu me dio de todo) y más concretamente a la quinta gala, no os pido que veáis el vídeo entero, sólo desde el minuto 3:30 hasta el 4:00 más o menos. Y sí, si lo queréis ver todo no pasa nada. Visto ahora hasta se puede pensar que le estaba guiñando un ojo a los de mi futuro programa, como si ya conociese mi destino…
Pero a pesar de haberme metido yo solito en este berenjenal, he querido disculparme con el Señor Vasile como el que más:
Aparte de ver a los currelas de Telecinco grabándonos con el móvil y partiéndose de risa, como si ellos no entendiesen o participasen de la cruzada emprendida por su jefe, que ve vulneraciones a los derechos de autor con la misma facilidad que Bush encuentra armas de destrucción masiva; para mí lo mejor del sketch es vernos caminar estoicos, con decisión, como los Reservoir Dogs capitaneados por William Wallace -pueden quitarnos las imágenes, pero jamás nos quitaran a nuestro mañico y a sus videos de japoneses-, si fuesemos un batallón se diría de nosotros cosas muy distintas a las que se dicen ahora, a frases del tipo: «Ahí van los cuatro gilipollas a pintar el mono a Telecinco…» A la gente se le llenaría la boca de horteradas épicas, se diría que estamos dispuestos a morir con las botas puestas, a morir matando, a como decía el Che, a morir de pie antes que vivir arrodillados, a luchar por nuestra causa, a defender nuestra revolución… Nosotros sólo queremos pasarlo bien. Y que vosotros lo veáis.
Y por cierto, ahora que mento a la revolución, os voy a dejar un texto que me encanta, está escrito por el señor de la foto, es polaco, se llama Sławomir Mrożek y se titula «La Revolución».
LA REVOLUCIÓN
En mi habitación la cama estaba aquí, el armario allá y en medio la mesa. Hasta que esto me aburrió. Puse entonces la cama allá y el armario aquí. Durante un tiempo me sentí animado por la novedad. Pero el aburrimiento acabó por volver. Llegué a la conclusión de que el origen del aburrimiento era la mesa, o mejor dicho, su situación central e inmutable. Trasladé la mesa allá y la cama en medio. El resultado fue inconformista. La novedad volvió a animarme, y mientras duró me conformé con la incomodidad inconformista que había causado. Pues sucedió que no podía dormir con la cara vuelta a la pared, lo que siempre había sido mi posición preferida.
Pero al cabo de cierto tiempo la novedad dejó de ser tal y no quedo más que la incomodidad. Así que puse la cama aquí y el armario en medio. Esta vez el cambio fue radical. Ya que un armario en medio de una habitación es más que inconformista. Es vanguardista.
Pero al cabo de cierto tiempo… Ah, si no fuera por ese «cierto tiempo». Para ser breve, el armario en medio también dejo de parecerme algo nuevo y extraordinario.
Era necesario llevar a cabo una ruptura, tomar una decisión terminante. Si dentro de unos límites determinados no es posible ningún cambio verdadero, entonces hay que traspasar dichos límites. Cuando el inconformismo no es suficiente, cuando la vanguardia es ineficaz, hay que hacer una revolución.
Decidí dormir en el armario. Cualquiera que haya intentado dormir en un armario, de pie, sabrá que semejante incomodidad no permite dormir en absoluto, por no hablar de la hinchazón de pies y de los dolores de columna. Sí, esa era la decisión correcta. Un éxito, una victoria total. Ya que esta vez «cierto tiempo» también se mostró impotente. Al cabo de cierto tiempo, pues, no sólo no llegué a acostumbrarme al cambio —es decir, el cambio seguía siendo un cambio—, sino que, al contrario, cada vez era más consciente de ese cambio, pues el dolor aumentaba a medida que pasaba el tiempo.
De modo que todo habría ido perfectamente a no ser por mi capacidad de resistencia física, que resultó tener sus límites. Una noche no aguanté más. Salí del armario y me metí en la cama. Dormí tres días y tres noches de un tirón. Después puse el armario junto a la pared y la mesa en medio, porque el armario en medio me molestaba. Ahora la cama está de nuevo aquí, el armario allá y la mesa en medio. Y cuando me consume el aburrimiento, recuerdo los tiempos en que fui revolucionario.
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