Festival Do Norte: La madre que nos parió

Llega el Festival Do Norte un año más, y este año a mi tampoco me van a poner marquita cuando pasen lista. Es más, me han invitado a pinchar, ¡toma ya! Yo que había cambiado los platos por el micrófono… En fin, a ver qué pasa, ya escribiré sobre este hecho en particular próximamente, aunque podéis ver un pequeño adelanto pinchado aquí. (Ahora es cuando debería sonar una voz en off con tono Tomatero diciendo «¡Uyuyuyuyuyuyuy! A continuación, Rober Bodegas nos revela los secretos de su pasado como Dj…»)

El caso, es que a cuento de este acontecimiento, el año pasado publicaba este artículo en La Voz de Galicia, a fin de tranquilizar a las madres desconfiadas de lo que pudiese hacer su retoña o retoño pasando un fin de semana de festivaleo:

Conocida como es por muchos mi condición de fan de los grupos musicales (¿se puede decir esto de una manera que suene peor?), mis pinitos como Dj y mi asiduidad a eventos festivaleros, probablemente estaréis pensando, a la vista del título, que esta semana voy a rellenar mi hueco en este periódico con un montón de comentarios ácidos sobre los grupos que allí se darán cita y los modernillos y demás fauna que por allí pululará, pero no. Para eso ya tenéis un especial en este suplemento, y si el periódico se pone alternativo, yo me pongo populachero, que uno gana un concurso de humor contra una decena de andaluces y se siente Léonidas en las Termópilas.

Por eso este artículo va dirigido a usted señora, que posiblemente esté husmeando estas páginas para tratar de averiguar que leches va a hacer su hijo todo el fin de semana a las Rías Baixas con la que ha estado cayendo toda la semana. O peor aún, su hija. Criaturiñas en todo caso. Y más aún a Vilagarcía, que hay tópicos que por más que uno quiera que se vayan a pique no se los termina de llevar la marea. Lo dice el que escribe, que es de Carballo.

Pero tranquilidad, no alarmarse Asociación de Madres por el Feliz Desarrollo de Hijos en Plena Fase de Superación de la Edad del Pavo. Porque la verdad es que allí no se va a hacer nada que uno no haga cualquier otro fin de semana, para bien o para mal. Bueno si, ducharse en agua fría. Así que no se extrañe señora si el domingo al mediodía la llaman por teléfono y según descuelga escucha: ¡Mamá, la bombona! Esto sería el colmo del morro filio-paternal. Aunque en lo que respecta a las llamadas debe dejar de preocuparse. Su hijo no la va a llamar. Lo hará como mucho cuando llegue, para decir: “Llegué”. De hecho cuanto más tiempo pase sin recibir una llamada de su filliño, más tranquila debe estar. Si, porque la ausencia de llamadas indica que todo va bien. Si su niño no la llama quiere decir que no se ha quedado tirado en la carretera, que no está entre rejas y que tiene dinero, o al menos que tiene quien lo invite. Así que no caiga en la tentación de llamarlo usted, lo único que conseguiría es comprobar que lo que usted sospecha sea lo que sea es cierto. Y eso siempre es desagradable de descubrir. Ya sabe, ojos que no ven…

En fin, sigamos con la terapia serena-madres (los padres pasan más). Más o menos, la cosa va de la siguiente manera, durante la mañana del viernes y hasta que empieza a entrar la noche, hordas de retoños (y no tan retoños) van llegando a la comarca, del Salnés. Una vez allí se disponen a levantar el campamento, ¡para que luego digan de los jóvenes!, ahí los tienen, desenvolviéndose en plena naturaleza, se preparan sus bocatas y le atacan a la empanada y devoran su tortilla que usted habrá hecho esta mañana, incoherencias maternales, pese a no gustarle un pelo el plan de su niño. Y ya con el estomago lleno y el chiringuito montado, la cosa va de bailar y escuchar música hasta que el cuerpo pida papas (o las eche).

Que al final un festival, en esencia, es como una verbena de las de toda la vida, sólo que un poquillo actualizada y con un nombre que suene bien para poder cobrar entrada. Además para su total despreocupación decirle que ahora en las cunetas y campillos, hay más luz.

Así que no intente disuadir a su hijo de que no vaya con disculpas absurdas. Va a hacer frío, si llueve te vas a constipar, mejor lo escuchas por la radio en casiña, si te quedas el domingo vamos a comer a casa de la tía (sobre todo no diga esto, es otra razón para que se vaya), falta un mes para los exámenes de junio, Sidonie se han vuelto comerciales… Sabe que suena forzado y poco convincente. Si no quiere que su hijo acuda al Festival dé la cara, sea una madre como dios manda y diga lo que una madre debe decir. No puedes ir porque no y punto. Eso si, no se extrañe si en la vejez estos detallitos le pasan factura…

Y para motivaros a venir este año, este es el cartel:

Más info en: http://www.festivaldonorte.com/